Galicia, céltica ata as trancas

Submitted by admin on Tue, 03/25/2025 - 12:15

Trátase de ver noticias dos xornais que contan o mesmo que conto eu, que defenden as miñas teses. Por exemplo, a Voz do 24-3-2005 destaca a noticia do título desta entrada. A noticia da páxina 26  di que "Luces y sombras en la Compostela del turista millonario Archer Hungtinton " na que hai que destacar o libro recén publicado en castelán del, "Cuadernos de viaje por el norte de España", pero con orixe no amencer do século XX. Xa falei del noutro momento cando descobre a nenos loiros na Coruña e os identifica cos nenos irlandeses. Pero a descrición da situación de Galicia é horrorosa: abandoada, "menos española que ningunha", "a máis nobre e máis pobre das razas", "cos mellores portos sen uso" (sempre me abraiou que os barcos que levaban emigrantes galegos ás Américas fosen do mar Mediterráneo, como é posible ver nos museos de Cataluña), domeñada pola superstición e a Igrexa, " o home está nos primeiros estadios de desenvolvemento e a devoción (a relixión supersticiosa promovida pola Igrexa) é o seu divertimento principal. Xa contei que na toponimia vese o mesmo, xa antes da igrexa éramos uns mexapías, estábamos sempre na Guí-a, en Gui-tiriz, en Goi, en oración, que ata era doce: Guimil ou Goimil. En Guisamo facémolo interiormente.

Ademais tíñamos o peor dos gobernos e os peores políticos, coma hoxendía.  Polo que nos quedaba era emigrar con dor de corazón, con morriña, que, como xa expliquei vén de amor á patria, de defensa da soberanía do noso pobo. Eu teño un fillo nese caso, hoxe séguese a emigrar.

E agora imos a ver a noticia do xornal "El País" sobre un libro sobre algo que predico en case todas as entradas. A civilización mundial, e a galega tamén, está baseada en centos de civilizacións de todo o mundo (sumeria, exipcia, celta, hindú (co seu cero), islámica, persa, china, etc..) e non so das  fontes de Occidente, a civilización Romana e Grega coma a única fonte da sabedoría e a razón. Como digo sempre, aos galegos non nos ensinaron a falar os romanos. Pero mellor lede o que di esta profesora de Oxford sobre iso:

Dejemos de situar las raíces del mundo occidental en Roma y en Grecia. Milenios de interacción entre personas han sido ahogados por ideas que organizaban el mundo en "civilizaciones" separadas, escribe la historiadora británica Josephine Quino. La extensión de la navegación fue el hecho que marcó la expansión del cristianismo

Todos los años. cada mes de noviembre. me siento en el sofá de mi despacho universitario para leer el lote de solicitudes de acceso a cursos de grado. y siempre me acabo encontrando con la misma frase compuesta casi exactamente de las mismas palabras: "Me gustaría estudiar el mundo antiguo porque Grecia y Roma son las raíces de la civilización occidental"  Entiendo por qué algunos de mis posibles futuros alumnos ven las cosas así. Respetables fuentes de referencia. desde la Encyclopedia Britannica hasta Wikipedia. describen el desarrollo de una cultura occidental característica y bien delimitada basada en las Ideas y los valores de Grecia y Roma. que se perdieron durante la Edad Media, pero se redes-cubrieron en el Renacimiento. En ocasiones, esta historia también incluye los pueblos y la literatura de la Biblia, pero
cuando se mencionan otras "civilizaciones"; antiguas es solo para ser reemplazadas por el mundo clásico en la marcha inexorable de la historia y la cultura occidental. 

Los predecesores de los griegos y romanos pueden resultar Interesantes, incluso impresionantes, pero no son "nuestros". Cualquier contribución que hiciesen fue superada por las de Grecia y Roma, responsables de todo tipo de cosas buenas, desde la filosofía a la democracia y el hormigón. Sus vecinos son ignorados, al igual que las relaciones posteriores entre los europeos occidentales y los pueblos al norte, sur y este.
Se podría imaginar que, como profesora especialista en los clásicos. estaría de acuerdo con esta forma de pensar. Los estudios grecorromanos siempre me han parecido ricos y gratificantes, y el lugar que ocupan los griegos y los romanos en el centro de las ideas sobre "Occidente" es una de las razones por las que mi campo sigue existiendo. Pero tres décadas de docencia e investigación me han convencido de que una narrativa centrada en Grecia y Roma empobrece nuestra visión del pasado y la comprensión de nuestro propio mundo. Una verdadera historia detrás de lo que ahora se llama Occidente es mucho más amplia e interesante. Las historias de los griegos y los romanos tenían raíces en otros lugares y pueblos más antiguos, y gran parte de sus ideas y tecnologías eran de otros sitios: códigos de leyes y literatura de Mesopotamia, esculturas de Egipto, irrigación de Asiria y el alfabeto del Levante. Conocían todo esto, y lo ensalzaban. Los griegos eran conscientes de que compartían el Mediterráneo con otros pueblos (cartagineses y etruscos, íberos e israelíes) y convivían con imperios más poderosos hacia el este. Sus leyendas vinculan a sus héroes con las reinas, reyes y dioses de tierras extranjeras, tanto reales como imaginarias: fenicios, frigios, amazonas… Igualmente, el mito fundacional de Roma la convirtió en un lugar de asilo para refugiados, mientras que el poeta romano Catulo se imaginaba viajando con amigos a India, Arabia, Partia, Egipto e incluso a "las tierras de los bretones en el fin del mundo". Por otro lado, los griegos y los romanos rara vez comparten lo que en la actualidad se denominan valores occidentales. De hecho, gran parte de lo que estos antiguos daban por sentado parecería extraño hoy en día, o incluso inaceptable. La democracia ateniense era solo para los hombres que alababan la seducción de niños mientras sus mujeres permanecían en silencio y ocultas tras un velo. Los romanos abrazaron la esclavitud y asistían a ejecuciones públicas por pura diversión.
No existe una conexión privilegiada entre los antiguos griegos y romanos y el "Occidente" moderno: los Estados nacionales de Europa y sus colonias en ultramar. La capital del imperio Romano se trasladó a mediados del primer milenio después de Cristo a Constantinopla, y permaneció allí durante más de 1.000 años. Mientras tanto, los musulmanes combinaban el aprendizaje del griego con la ciencia de Persia, India y Asia Central y las nuevas tecnologías fluían por África, Arabia y el océano Índico, al mismo tiempo que los marineros en los mares del norte y los jinetes en la estepa canalizaban bienes e ideas desde China hasta Irlanda. Este es el enorme mundo que se extiende desde el Pacífico hasta el Atlántico y que las incipientes naciones de Europa occidental heredaron en el siglo XVI, cuando se adentraron en uno nuevo. Sin embargo, estos milenios de interacción han sido olvidados en gran medida, ahogados por ideas desarrolladas en el período victoriano que organizaron el mundo en "civilizaciones" separadas y a menudo diametralmente opuestas. Lo que voy a contar es una historia diferente: una que no comienza en el Mediterráneo grecorromano y luego resurge en la Italia del Renacimiento, sino que rastrea las relaciones que
construyeron lo que ahora se llama Occidente desde la Edad del Bronce hasta la era de la exploración, cómo las sociedades se encontraban, se entrelazaban y se separaban.
Son las conexiones, no las civilizaciones, las que impulsan el cambio histórico (…)

Lede o libro Josephlne Ouinn (Oxford.1973) es historiadora. Este texto es un adelanto editorial de Cómo el mundo creó Occidente, de Ariel. Se publica este 23 de marzo. La traducción es de lvim Barbeitos.